Pilo Gallizo. Retratos sobre fondo negro

pilo gallizoNos hemos levantado con un punto de resaca. Nos echamos a la calle. Un pincho de tortilla, un café sólo y un largo paseo por la ribera del Ebro nos pone a tono. Nos espera la exposición de Pilo Gallizo.

El torreón Fortea es un marco muy apropiado para unos retratos de familia, de amigos, de «héroes» que han nacido de una intimidad perturbadora, de superviviente, de luchadora. Descendemos las escaleras para situarnos en una sala iluminada con una luz cálida que quiere arropar, no herir la mirada de los personajes que la habitan.

Pilo, el primer retrato que encontramos, toda una carta de presentación. Vemos el retrato con la expresión más dura. Como si no quisiera ocultar la huella dejada por esa terrible y larga experiencia que le ha cambiado la vida por completo, como si quisiera manifestar el enfado con un destino con el que se muestra desafiante.

Por el contrario, en el resto de retratos vemos expresiones de líneas más suaves, más risueñas. Una mirada casi dulce con un esbozo de media sonrisa dibuja unos rostros seguros de sí mismos. En ellos veo una parte del alma de sus protagonistas.

Los retratados debieran sentir cierto pudor ya que su intimidad ha quedado expuesta a los ojos escrutadores de los que visitamos la exposición. Con cierto descaro miro y remiro algunos retratos queriendo penetrar más adentro, descubrir algún secreto tan recóndito que ni siquiera el propio personaje conoce.

«Paola», esa expresión, no la había visto en ti, la habías ocultado. Te pediré que la vuelvas a dibujar. Me dirás que no puedes, que no te sale, que sólo la magia de Pilo puede hacerlo.

«José Luis», cuánta dulzura hay en ese rostro guapo, redondo, en esa mirada picarona, en esa pose de retrato para llevar en la cartera, para enseñar en el móvil, para colgar en un marco en el comedor de casa.

Nos han gustado mucho todas las fotografías pero una de ellas nos ha llamado más la atención, «Tere». Hemos visto una isla de duda rodeada de expresiones que mostraban seguridad en sus miradas. «Tere» no aparenta esa seguridad, es como si nos invitara a participar de un mundo menos definido para ir un poco más allá.

Nos hemos acercado al mundo de Pilo, un cosmos muy especial de mujeres jóvenes y guapas salpicado por hombres. A pesar de la exhibición que hace con estos retratos no llegamos a descubrirla, sigue siendo una mujer enigmática.

Me quedo con esta extraña contradicción, la dureza del autorretrato de «Pilo» frente a la expresión más suave del resto de retratados.

  • ‘Retratos sobre fondo negro’ de Pilo Gallizo
  • Fecha: del 23 de marzo al 30 de abril.
  • Localización: Torreón Fortea, Plaza San Felipe. C/Torrenueva, 25, Zaragoza
  • Horario: de martes a sábado de 10 a 14 y de 17 a 21 h. Domingos y festivos de 10 a 14 h.
  • Entrada: gratuita.